La Casa Blanca expresó el martes su rechazo a la decisión de una jueza federal que bloqueó la orden de la administración Trump para cancelar los beneficios migratorios del parole humanitario a cientos de miles de nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. El gobierno republicano manifestó su intención de apelar este fallo judicial que, por ahora, mantiene la protección para estos migrantes.

En una rueda de prensa, la portavoz gubernamental, Karoline Leavitt, criticó duramente a la jueza Indira Talwani, del distrito de Massachusetts, calificándola como «otra jueza distrital rebelde». Según Leavitt, la decisión de Talwani representa un intento de obstaculizar los esfuerzos de deportación masiva que impulsa la administración. «Lucharemos en contra en los tribunales», sentenció la portavoz.

La resolución de la jueza Talwani se fundamenta en la falta de argumentación por parte del gobierno de Trump. En su fallo, señaló que la administración no logró demostrar «ninguna razón sustancial ni interés público» que justificara la revocación del permiso de permanencia temporal otorgado a estos migrantes bajo el programa de parole humanitario.

La orden original de la administración Trump buscaba eliminar este permiso especial, lo que habría obligado a los beneficiarios a abandonar Estados Unidos o a caer en un estatus indocumentado al expirar el período concedido. La decisión de la jueza Talwani, pendiente de la apelación anunciada, frena temporalmente la aplicación de dicha medida para los ciudadanos de las cuatro nacionalidades mencionadas.

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