La última aparición pública del Papa Francisco tuvo lugar el pasado domingo, 20 de abril, durante las ceremonias del Domingo de Resurrección en el Vaticano. El pontífice se dirigió a los feligreses desde el balcón de la basílica de San Pedro para ofrecer la tradicional bendición Urbi et Orbi, en un acto que resuena con los corazones de millones de católicos en todo el mundo.

En las imágenes de la ceremonia, se pudo ver a Francisco sentado en una silla de ruedas, aunque no portaba las cánulas nasales que había utilizado anteriormente para la oxigenación. A pesar de su delicada salud, el Papa expresó su deseo de una «Buena Pascua» y, posteriormente, decidió hacer un recorrido por la plaza en su papamóvil, mostrando su cercanía a los fieles presentes.

La salud del Papa Francisco había sido objeto de preocupación en las semanas previas, ya que no participó en ninguno de los ritos de la Semana Santa debido a problemas respiratorios que lo llevaron a pasar 38 días en un hospital de Roma. Su ausencia había generado múltiples especulaciones sobre su estado de salud y el futuro liderazgo de la Iglesia Católica.

Tristemente, la jornada de este lunes comenzó con la desgarradora noticia del fallecimiento del Papa Francisco, anunciado por el cardenal estadounidense Kevin Farrell, camerlengo de la Santa Sede. «Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro santo Padre Francisco”, declaró Farrell, confirmando que el pontífice falleció a las 7:35 de la mañana en su residencia de la Casa Santa Marta.