Dos semanas después del devastador colapso del techo del club Jet Set, que resultó en la muerte de más de dos cientos personas, su propietario, Antonio Espaillat, ha ofrecido sus primeras declaraciones en una entrevista con la periodista Edith Febles. En la conversación, Espaillat reveló que su hermana estaba en el club al momento de la tragedia, atrapada entre los escombros, y que fue ella quien lo notificó sobre el incidente. Su inmediata reacción fue abordar el primer vuelo de regreso a República Dominicana.

Espaillat expresó que la discoteca representaba mucho más que un simple negocio; para él y su familia, el Jet Set era una segunda casa. «Es una familia, la familia Jet Set», comentó, subrayando la conexión personal que tenía con los clientes habituales. Aunque su hermana y él tenían la costumbre de estar en el club todos los lunes, su viaje le impidió estar presente el fatídico día, lo que, según él, causó una gran tristeza.
Al llegar y ser recibido por familiares y allegados, las autoridades le recomendaron no acudir al lugar del colapso, debido a que la situación estaba tensa y peligrosa. Su única comunicación inicial fue a través de un mensaje en redes sociales, donde expresó su dolor por las víctimas y sus familias. Posteriormente, se comprometió a colaborar con las investigaciones para esclarecer las causas del colapso.
Espaillat abordó en la entrevista los problemas estructurales que había enfrentado el Jet Set. Aseguró que no tenía conocimiento sobre el estado del techo, afirmando que siempre había habido inspecciones por parte de diferentes autoridades, pero nunca se había realizado una revisión estructural. Según su relato, el techo, de yeso, presentaba filtraciones que impedían detectar problemas más serios, y aseguró que nunca se le había alertado sobre el riesgo que representaba.
El empresario mostró su angustia al hablar de lo ocurrido y reiteró su disposición para ayudar a las familias afectadas. Afirmó que nunca había aprendido sobre las capacidades estructurales del techo y que no era habitual realizar inspecciones en su negocio o en otros similares. Las autoridades continúan investigando para establecer las verdaderas causas del colapso y ofrecer respuestas a las víctimas.
Finalmente, Espaillat, visiblemente afectado, se comprometió a «dar la cara» y asumir su responsabilidad ante la ley. Manifestó su dolor por lo sucedido, afirmando que nunca hubiera querido que esto ocurriera. «Voy a ayudar a todas las personas que pueda», concluyó, reafirmando su intención de colaborar a medida que avanzan las investigaciones.







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