El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció el martes 29 de abril que el país está «superando lo peor» del masivo apagón eléctrico que dejó a la península a oscuras el lunes 28 de abril. A pesar de la mejora generalizada en los servicios, Sánchez advirtió sobre la persistencia de problemas en el transporte ferroviario, lo que sigue afectando la movilidad de miles de ciudadanos.




Sánchez también anunció una investigación exhaustiva para determinar las causas del apagón y exigió responsabilidades a los operadores privados implicados. El presidente enfatizó la necesidad de reformas para prevenir una crisis similar en el futuro, indicando con firmeza: «Esto no puede volver a pasar jamás». Su intervención busca garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión del sistema eléctrico.
En medio de la crisis, Sánchez negó que el corte de energía esté relacionado con el cierre de centrales nucleares, calificando como «mentiras» las afirmaciones en contrario. Además, anunció la solicitud de un informe independiente a la Comisión Europea para brindar claridad sobre las causas del incidente y asegurar la confianza en el sistema de suministro eléctrico.
A pesar de los problemas en el transporte, el presidente destacó la rápida y coordinada respuesta de administraciones públicas y empresas privadas, lo que permitió restablecer la normalidad en la mayoría de los servicios esenciales. Hospitales, farmacias, centros educativos y establecimientos comerciales están operando con normalidad, y las telecomunicaciones han vuelto a funcionar en un 90% del territorio. Sin embargo, aún hay considerable trabajo por hacer en el sector ferroviario, donde más de 35,000 pasajeros quedaron atrapados en trenes y se continúa trabajando para restablecer los servicios de cercanías, media y larga distancia.







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