Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en España, en una colaboración internacional con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y la Universidad Libre de Ámsterdam en los Países Bajos, han logrado identificar un mecanismo previamente desconocido que desempeña un papel crucial en las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer. Este importante hallazgo ocurre mucho antes de que comiencen a manifestarse los síntomas clínicos característicos de la enfermedad, como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo, abriendo nuevas vías para la comprensión y potencial intervención temprana.

El estudio, cuyos detalles fueron difundidos por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español el jueves 8 de mayo, pone el foco en las células cerebrales conocidas como astrocitos. Durante mucho tiempo, los astrocitos fueron subestimados, considerándolos principalmente como células de soporte para las neuronas. Sin embargo, esta nueva investigación desafía esa visión, demostrando en un modelo de ratón que estas células pueden tener un «papel clave» y mucho más activo en el origen mismo de la patología del Alzheimer.
Según los investigadores, la contribución de los astrocitos al inicio del Alzheimer se relaciona con la producción excesiva de una proteína específica denominada SFRP1. Bajo condiciones normales, la proteína SFRP1 cumple una función reguladora importante en la comunicación entre las células cerebrales durante el proceso de desarrollo. No obstante, cuando esta proteína se acumula en el cerebro de individuos adultos, un fenómeno que suele ocurrir durante procesos inflamatorios crónicos asociados al envejecimiento o a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, sus efectos se vuelven perjudiciales para la función cerebral.
En altas concentraciones, la SFRP1 actúa como un inhibidor, bloqueando la actividad de una enzima fundamental llamada ADAM10. Las enzimas como ADAM10 son proteínas esenciales que facilitan y aceleran diversas funciones vitales en el cerebro, incluyendo el mantenimiento de la salud y la integridad de las conexiones entre neuronas, conocidas como sinapsis. Al impedir que ADAM10 cumpla su función correctamente, el exceso de SFRP1 interrumpe procesos cerebrales cruciales para un funcionamiento cognitivo óptimo.
Este bloqueo de la enzima ADAM10 por parte de la SFRP1 genera un desequilibrio molecular que deteriora directamente un mecanismo celular indispensable para la formación y consolidación de los recuerdos. Este proceso permite a las neuronas ajustar y fortalecer sus conexiones en respuesta a la información y estímulos recibidos, un pilar fundamental para el aprendizaje y la memoria. El trabajo de los investigadores demuestra claramente cómo la interferencia con este mecanismo, causada por el exceso de SFRP1, impacta un proceso vital que permite que las conexiones neuronales se fortalezcan con el uso repetido, facilitando así la consolidación de nuevos aprendizajes y recuerdos.







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