A sus 99 años, Annie, una residente de la ciudad de Nijmegen, en el sur de Países Bajos, logró cumplir un inusual deseo que formaba parte de su «lista de cosas por hacer»: ser arrestada. Lejos de tratarse de un incidente criminal, la experiencia fue un gesto emotivo coordinado con la policía local que rápidamente capturó la atención y el afecto en redes sociales a principios de 2017.

Según reportaron medios como Sky News y The Independent en su momento, la peculiar solicitud surgió cuando la sobrina de Annie visitó la estación de policía de Nijmegen-Zuid. Al conversar con los oficiales, mencionó el anhelo de su tía de experimentar, aunque fuera simbólicamente, lo que significaba ser detenida y estar en una celda. Sin haber cometido jamás un delito en su larga vida, Annie sentía curiosidad por vivir esta perspectiva única.
La policía de Nijmegen-Zuid, mostrando una notable empatía y disposición, decidió colaborar para hacer realidad el sueño de Annie.
Prepararon un «arresto» amigable y controlado. Las imágenes y relatos compartidos por la propia policía en su página de Facebook mostraron a Annie sonriendo mientras era esposada suavemente y luego posando dentro de una celda, todo en un ambiente de cordialidad y respeto por parte de los agentes.
La historia de Annie se viralizó rápidamente, generando miles de reacciones positivas y comentarios elogiando la acción de la policía neerlandesa por su humanidad y por ayudar a una ciudadana mayor a cumplir un deseo tan particular antes de cumplir los 100 años.







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