Para millones de personas, el ronquido nocturno es mucho más que una simple molestia; es un problema que impacta negativamente la calidad del sueño y, a su vez, la salud general. Este sonido, que a menudo irrumpe el descanso de quienes lo padecen y de quienes los rodean, es el resultado de la vibración de los tejidos en la garganta y las fosas nasales, según explican expertos de la Escuela de Medicina de Harvard. Varios factores pueden desencadenar este fenómeno, desde la postura al dormir hasta el sobrepeso, el consumo de alcohol, la congestión nasal y el tabaquismo.

Afortunadamente, existen diversas estrategias que podrían ayudar a mitigar o eliminar los ronquidos. Aunque Harvard señala que estas medidas no son soluciones infalibles, la comunidad médica insiste en que su implementación puede marcar una diferencia significativa en la calidad del sueño. La buena noticia es que muchos de estos consejos son cambios de estilo de vida accesibles, que no solo benefician el descanso nocturno, sino también la salud en general.

Entre las recomendaciones principales se encuentra cambiar la postura al dormir. Los especialistas sugieren que dormir boca arriba puede estrechar las vías respiratorias, facilitando el ronquido. Optar por dormir de lado, en cambio, ayuda a mantener estas vías abiertas. Además, perder peso es crucial, ya que el exceso de peso, especialmente en el cuello, puede ser una causa directa de los ronquidos. Una dieta equilibrada y la actividad física regular son clave para lograr este objetivo.

Otro aspecto importante es el consumo de bebidas antes de acostarse. El alcohol relaja los músculos de la garganta en exceso, lo que propicia el ronquido y deteriora el sueño. En su lugar, se aconseja optar por tés o infusiones relajantes para promover un mejor descanso. 

Finalmente, abordar la congestión nasal es fundamental. Las alergias, resfriados o incluso un tabique desviado pueden obstruir el flujo de aire. Para aliviarla, los médicos de Harvard sugieren el uso de tiras nasales, enjuagues salinos, medicamentos o baños de vapor. Si los ronquidos persisten o son muy intensos, es recomendable consultar a un especialista para una evaluación más profunda.