Un revelador estudio encabezado por el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) de Barcelona ha identificado cambios cerebrales significativos en personas con síndrome de Down que preceden en hasta 15 años la aparición de los síntomas clínicos de la enfermedad de Alzheimer. La investigación, cuyos hallazgos fueron publicados en la prestigiosa revista Brain, marca un hito en la comprensión del diagnóstico precoz y abre nuevas vías para el desarrollo de ensayos clínicos enfocados en la prevención de esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta a más del 90% de esta población a lo largo de su vida.

El equipo científico basó sus conclusiones en el análisis de una cohorte considerable, compuesta por 259 adultos con síndrome de Down y un grupo de control de 138 personas sin esta condición. A través de resonancias magnéticas de alta resolución, se observó que la pérdida de volumen y de grosor cortical en regiones específicas del cerebro, particularmente en el lóbulo temporal medial, comienza entre 13 y 15 años antes del inicio del deterioro cognitivo característico del alzhéimer.
Para lograr esta precisión, los investigadores llevaron a cabo un mapeo sistemático de las subregiones del lóbulo temporal medial, relacionando los cambios estructurales con el rendimiento cognitivo y los biomarcadores de la enfermedad presentes en el líquido cefalorraquídeo. Este enfoque detallado ha permitido establecer una cronología más clara de la progresión silenciosa del alzhéimer en una población con una predisposición genética tan elevada.
Este avance en la detección temprana mediante imágenes cerebrales se complementa con otras innovaciones en el campo diagnóstico. Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó el primer análisis de sangre, el test Lumipulse G, capaz de detectar proteínas asociadas al alzhéimer. Esta nueva herramienta, que mide la proporción de pTau217 y ß-Amiloide 1-42, promete facilitar la identificación temprana de placas amiloides en pacientes mayores de 55 años, reforzando la importancia de la investigación continua para combatir la enfermedad.







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