Un estudio de la Universidad Concordia en Canadá sugiere que la sensación de tener un menor control sobre las propias acciones puede llevar a las personas a desarrollar comportamientos más meticulosos y perfeccionistas. La investigación, en la que participaron 133 estudiantes, encontró una correlación directa entre la percepción de falta de control y la tendencia a verificar repetidamente las acciones, un rasgo característico del perfeccionismo. Estos hallazgos, publicados en el portal de la universidad, abren una nueva perspectiva sobre cómo ciertas ansiedades pueden manifestarse en la vida cotidiana.

El informe destaca que, aunque estas conductas de verificación, como asegurarse varias veces de haber cerrado la puerta o apagado el gas, son comunes, podrían ser un indicio temprano de vulnerabilidad a la ansiedad. Según el investigador principal, el Dr. Adam Radomsky, a los participantes del estudio se les indujo a creer que tenían un riesgo alto o bajo de perder el control sobre sus pensamientos y acciones.
Aquellos en el grupo de «alto riesgo» mostraron una frecuencia significativamente mayor de comportamientos de comprobación, a pesar de no haber sido diagnosticados con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
Esta investigación, reseñada por medios como Infobae, vincula la duda constante sobre acciones ya realizadas con el temor subyacente a perder el control. Para muchas personas, la pregunta «¿cerré la puerta?» no es un simple olvido, sino una manifestación de esta ansiedad latente. El estudio de Concordia subraya que entender esta conexión es crucial, ya que puede ayudar a identificar y abordar las raíces de la ansiedad antes de que evolucione hacia un trastorno clínico, ofreciendo la posibilidad de desarrollar intervenciones tempranas para quienes experimentan estos síntomas.







Deja una respuesta