Hace exactamente 47 años, las salas de cine se rindieron ante un fenómeno que cambiaría para siempre el rumbo del cine musical. El 16 de junio de 1978, «Vaselina» llegó a la gran pantalla para convertirse en mucho más que una película: en una auténtica revolución cultural. Con una inversión mínima de seis millones de dólares, la cinta logró una recaudación que superó los 396 millones, una cifra astronómica para la época que la catapultó como el musical más taquillero de su tiempo y consolidó su estatus de leyenda cinematográfica.

La historia de amor de verano entre el rebelde Danny Zuko y la dulce Sandy Olsson, interpretados por unos inolvidables John Travolta y Olivia Newton-John, trascendió la pantalla para convertirse en un ícono intergeneracional. La película no solo revitalizó la nostalgia por la década de los 50, sino que impuso un estilo que perdura hasta nuestros días: chaquetas de cuero, faldas amplias y peinados elaborados volvieron a ser tendencia. Su banda sonora, un compendio de éxitos que incluye temas como «Summer Nights», «You’re the One That I Want» y la ganadora del Oscar «Hopelessly Devoted to You», se convirtió en uno de los álbumes más vendidos de la historia.

El éxito de «Vaselina» reside en su capacidad para conectar con audiencias de todas las edades a través de una energía vibrante, coreografías memorables y una historia de amor universal con la que es fácil identificarse. La química entre Travolta, quien venía de triunfar con «Saturday Night Fever», y Newton-John, una consolidada estrella del pop, fue el corazón de la película. Su interpretación no solo los consagró como la pareja más icónica del cine de la época, sino que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.

Más allá de su arrollador éxito comercial, «Vaselina» redefinió el género musical para una nueva era. Demostró que era posible combinar la grandilocuencia de los musicales clásicos de Hollywood con un espíritu juvenil y un toque de rebeldía que atrajo masivamente al público joven. A 47 años de su estreno, el legado de «Vaselina» sigue intacto, celebrándose en reposiciones, fiestas temáticas y producciones teatrales en todo el mundo, confirmando que, sin lugar a dudas, la fiebre por este clásico sigue más viva que nunca.