Cada 20 de junio, el mundo deja a un lado las preocupaciones para dar paso a la alegría y el optimismo con la celebración del ‘Yellow Day’. Designado como el día más feliz del año por un equipo de psicólogos y meteorólogos españoles, esta fecha invita a las personas a sonreír, disfrutar de actividades distintas y contagiarse de una energía positiva. La elección de este día no es una casualidad, sino el resultado de un análisis que pondera diversos factores que influyen directamente en el bienestar emocional de la población.

Según publicaciones como ‘National Geographic’, la selección del 20 de junio se basa en una fórmula estadística que identifica la tercera semana de junio como el período de mayor felicidad. Entre las variables consideradas se encuentran el aumento de las temperaturas, que se tornan más agradables, la mayor cantidad de horas de luz solar y la cercanía del período vacacional en el hemisferio norte. Estos elementos, combinados, crean un escenario propicio para un estado de ánimo elevado y una mayor disposición a disfrutar de la vida.

El simbolismo del color amarillo juega un papel fundamental en esta celebración. Expertos en psicología del color señalan que el amarillo se asocia con la luz solar, la energía, la creatividad y, sobre todo, con la felicidad. En este período del año, con la inminente llegada del verano en muchas partes del mundo, los paisajes se visten de colores vibrantes y el sol brilla con más intensidad. Esta conexión visual y ambiental refuerza la sensación de vitalidad y gozo que promueve el ‘Yellow Day’.

El impacto de la luz solar en la salud mental es un factor clave que respalda la elección de esta fecha. La exposición prolongada al sol estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor conocido como la «hormona de la felicidad», lo que se traduce en una mejora del estado anímico y una mayor sensación de bienestar.