Un torrente de emociones invadió al joven Khaman Maluach, originario de Sudán del Sur y criado en Uganda, en el momento en que su nombre fue anunciado como la décima selección en el Sorteo de Novatos de la NBA por los Houston Rockets. Las lágrimas brotaron de los ojos del pívot de 18 años, un testimonio conmovedor de un viaje casi increíble que lo ha llevado desde un campo de refugiados a la liga de baloncesto más prestigiosa del mundo en un lapso de tiempo asombrosamente corto. 

La historia de Maluach es una de perseverancia y ascenso. Nacido en Sudán del Sur, su familia huyó de la guerra civil a la vecina Uganda, donde creció. No fue hasta 2021 que el joven de 2,18 metros de estatura comenzó a jugar baloncesto, un deporte que lo descubriría y lo llevaría a la NBA Academy Africa en Senegal. Su talento innato y su dedicación lo catapultaron rápidamente al estrellato, llevándolo a jugar para la Universidad de Duke, una de las potencias del baloncesto universitario estadounidense. «Creía en mí mismo, era delirante acerca de mis sueños», declaró un emocionado Maluach tras ser seleccionado.

La selección de Maluach fue un momento destacado en una noche llena de futuras estrellas. El ‘Top 10’ del Sorteo de Novatos de la NBA estuvo encabezado por Cooper Flagg, de Duke, seleccionado en la primera posición por los Dallas Mavericks. Le siguieron de cerca Dylan Harper (Rutgers) a los San Antonio Spurs y VJ Edgecombe (Baylor) a los Philadelphia 76ers. Otros talentos como Kon Knueppel (Duke), Ace Bailey (Rutgers), Tre Johnson (Texas), Jeremiah Fears (Oklahoma), Egor Demin (BYU) y Collin Murray-Boyles (South Carolina) completaron las primeras diez selecciones, conformando una de las clases de novatos más prometedoras de los últimos años.

Para Maluach, su llegada a la NBA es más que un logro personal; es una plataforma para inspirar a millones. Consciente del peso que lleva sobre sus hombros, el joven pívot se ha convertido en un faro de esperanza para los jóvenes de África.