Lo que comenzó como la búsqueda de una solución para el frágil cabello de su pequeña hija, se ha convertido en un emotivo y exitoso emprendimiento. Dianela Figueroa, creadora de la marca Kocoroza (@kocoroza), notó con preocupación cómo su hija de cuatro años perdía cabello por el roce con la almohada, enfrentando a diario nudos, quiebre y la frustración de ver que su melena no crecía. Esta necesidad personal la impulsó a investigar y a encontrar en las bondades de la seda una respuesta que no solo cambiaría la salud capilar de su niña, sino también el rumbo de su vida profesional.




Inspirada por su hallazgo y aprovechando el taller de costura familiar, Dianela decidió crear un gorro de seda para su hija. El resultado fue inmediato: la pequeña despertó con el cabello suave, sin enredos y, con el tiempo, visiblemente más sano y largo. Este éxito inicial fue la prueba que necesitaba para transformar una solución casera en una oportunidad para ayudar a otras personas. La propia Dianela experimentó los beneficios, viendo cómo su propio cabello, que por años se negó a crecer, ahora luce más fuerte y abundante, un testimonio viviente del poder de sus creaciones.
El secreto de Kocoroza reside en las extraordinarias propiedades de la seda, un material que, a diferencia del algodón, no genera fricción, previene el frizz, evita el quiebre y mantiene la hidratación natural tanto del cabello como de la piel. Además de ser hipoalergénica y antibacteriana, la seda ofrece una sensación de lujo y confort inigualable. Lo que empezó con gorros para dormir hoy es una completa línea que incluye fundas, antifaces, colitas que no dañan el cabello, pijamas y kimonos, expandiendo el bienestar a toda la rutina de descanso.
Con una dedicación que se siente en cada costura, Dianela ha convertido el antiguo cuarto de costura de su madre en el corazón de su negocio floreciente.







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