Un potente sismo de magnitud 7,3 se registró frente a la costa de Alaska, generando una alerta de tsunami que se mantuvo por varias horas. El epicentro estuvo a 87 km al sur de Sand Point, en el archipiélago Shumagin, con una profundidad de 20 kilómetros. Afortunadamente, el riesgo de daños y víctimas fue considerado bajo por las autoridades.

Varias localidades en la zona activaron sirenas y pidieron a sus habitantes refugiarse en terrenos elevados, pero poco después se levantó la alerta y se autorizó el regreso a los hogares. El centro de operaciones de Kodiak y el pueblo de Unalaska confirmaron que la emergencia había terminado sin mayores consecuencias.

Alaska, ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es una región con alta actividad sísmica, recordando terremotos históricos como el devastador sismo de 1967. Este reciente evento nos recuerda la importancia de estar siempre preparados ante la fuerza de la naturaleza.