El 24 de enero de 2022, la consigna que había  resonado semanas antes durante la campaña en el bastión opositor de Lechería se desvaneció entre aplausos y abrazos. «La casa se defiende», vociferaban en aquel momento, pero ese día fueron el alcalde Manuel Ferreira y su equipo quienes abrieron de par en par las puertas al oficialismo, permitiendo una entrada triunfal que marcó un antes y un después. ¿Cómo es esto posible?

Plaza Mayor, 24/01/2022


Ese día, la ciudad celebraba su aniversario con una sesión solemne. El gobernador Luis Marcano, recién electo y miembro del partido oficialista, fue invitado y, rompiendo con la historia, asistió.

Plaza Mayor 24/01/2022


Su presencia NO solo NO generó incomodidad, sino que se percibió un ambiente de agrado. Las autoridades que lo invitaron a subir al presidio lucían sonrientes, y el público, lejos de un silencio incómodo o miradas de rechazo, respondió con aplausos y saludos afectuosos.
Cualquiera podría argumentar que era lo protocolar, que había que darle el «lugar que merece» a la autoridad. Estoy de acuerdo. Pero la paradoja se agudiza al recordar lo sucedido un año antes. El 22 de enero de 2021, el entonces gobernador Antonio Barreto Sira, de la oposición, también fue invitado y asistió. Sin embargo, no pasó al presidio; se mantuvo abajo.

En el 2021 el gobernador Barreto Sira asistió a la sesión y no fue invitado al Presidio
Presidio enero 2021. Barreto estaba abajo, Alcalde y concejales arriba

Tampoco fue invitado a entregar los reconocimientos a los agasajados, un honor que sí tuvo el gobernador Luis Marcano en ese año 2022, y en los venideros que ha asistido a esa emblemática sesión solemne. La pregunta es inevitable: ¿Por qué al oficialista sí y al opositor no?
Quizás la respuesta la tengan quienes tomaron esas decisiones, pero lo cierto es que con esa bienvenida, las puertas de «la casa» quedaron abiertas. El gobernador Marcano entró al que se consideraba el bastión inexpugnable de la oposición, fue bien recibido y, desde entonces, continuó «haciéndose querer». Se le vio no solo en eventos oficiales, sino como invitado frecuente en actividades deportivas y culturales, incluso comiendo públicamente en restaurantes, algo impensable para sus predecesores.

Lechería, Enero 2024
En el 2024 también formó parte del presidio


Esta constante visibilidad, que rompió la burbuja tradicional de los líderes oficialistas en zonas adversas, permitió a Marcano construir un puente de cercanía inusitado con una población históricamente contraria. El resultado fue evidente en la pasada elección regional del 25 de mayo, donde triplicó en votos a la opción «opositora». Muchas personas que jamás hubieran comulgado con el chavismo terminaron votando por él.

En enero del 2024 fue recibido de pie y con aplausos


Considero que el asesor de esa campaña opositora: «La Casa No se entrega», cometió un gran error estratégico. Lanzar esconsigna cuando la gente del oficialismo ya estaba, y de hecho, se había ganado el paso a «la casa», fue contraproducente. Ese día de enero de 2022, muchos aplaudieron un gesto de tregua, de convivencia. Los que decidimos quedarnos en Venezuela estamos cansados de la polarización, de señalar a «chavistas», «opositores» o «alacranes». Sabemos que en familias, amistades y trabajos hay diversas ideologías y que es imperativo convivir en armonía.
Pero, con esa «incongruente» campaña de defensa, las pasiones se desataron nuevamente. Personas fueron sometidas al escarnio público por simplemente reunirse con «oficialistas», reviviendo odios hacia quienes piensan diferente. Tal vez hubiese sido más efectivo enfocarse en una campaña de encuentro, de defensa de gestión, en lugar de una «cacería de brujas». Porque el 28, si resulta reelecto el alcalde Ferreira, volverá a abrazarse con el gobernador y otros personeros del gobierno, pero la llama de la división entre la gente ya fue encendida otra vez.
Falta poco para que la mayoría se exprese con el voto. La esperanza, sin embargo, debe ser que el lunes, quienquiera que resulte ganador o ganadora, llame a la unión, al respeto y a la sensatez. Porque esta «casa», Venezuela, Lechería, es de todos los que aquí nacimos, de los que la hicimos nuestro hogar, de los rojos, de los blancos, de los verdes. Y en ella, todos, absolutamente todos, debemos caber.

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