Esta es una historia que nos recuerda el poder del amor de un padre y la fuerza de la inclusión.

En Florida, un padre llamado John D’Eri se enfrentó a una realidad dolorosa: la falta de oportunidades laborales para su hijo Andrew, diagnosticado con autismo. Pero en lugar de rendirse, John y su otro hijo, Tom, decidieron crear su propia solución.

En 2013, abrieron Rising Tide Car Wash, un autolavado con un propósito muy especial: ser un espacio donde Andrew pudiera trabajar, aprender y crecer. Lo que comenzó como un acto de amor familiar, se ha convertido en un movimiento de inclusión social y empresarial.

Hoy, Rising Tide Car Wash es un faro de esperanza, empleando a 90 adultos con autismo, quienes representan cerca del 90% de su plantilla. Con procesos claros, capacitación adaptada y un ambiente de apoyo, este autolavado no solo atiende a cientos de autos al día, sino que también transforma vidas.

El éxito de este modelo ha sido tan grande que ha llevado a la apertura de varias sucursales y ha inspirado a otros a seguir sus pasos. Las familias de los empleados han visto cómo sus hijos ganan independencia y autoestima, y los clientes valoran la calidad del servicio y el ambiente positivo.

La historia de John y Andrew D’Eri nos enseña que la productividad y la inclusión pueden ir de la mano, y que la diversidad en el lugar de trabajo no es solo una responsabilidad social, sino una verdadera ventaja. Es un testimonio conmovedor de cómo un acto de amor puede cambiar no solo una vida, sino a toda una comunidad.

Fotos: Rising Tide Car Wash












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