El Gobierno ha declarado zonas catastróficas en la mayoría de comunidades autónomas tras un verano que ha dejado 410.000 hectáreas quemadas y decenas de detenidos, mientras la oposición insiste en un registro nacional de pirómanos. Dos miembros de la UME han resultado gravemente heridos.
El Gobierno español ha declarado como zonas gravemente afectadas por los incendios a territorios de todas las comunidades autónomas, excepto el País Vasco, tras un verano especialmente complicado con más de 113 incendios, que han dejado hasta ahora unas 410.000 hectáreas quemadas en todo el país.
«Estamos ante una de las mayores catástrofes medioambientales de los últimos años», dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes. En la lista de áreas incluidas, hay cinco territorios que han sufrido daños por fuertes lluvias.
Según explicó el ministro el martes, el Ejecutivo socialista ha decidido dar este paso «para que los perjudicados puedan reclamar cuanto antes las ayudas que por ley les corresponden» mientras los fuegos siguen activos en varias partes de la Península. Este martes, un total de 15 incendios están en situación operativa 2, y preocupan especialmente los de Lugo, Zamora y León.






