En 1995, Edward Kankaka era un niño de apenas 6 años y había perdido a su padre.
Nacido en Uganda, la familia Anschau de Australia lo acogió ese año y empezó a apadrinarlo.
Mediante cartas y respaldo económico gestionado por Compassion Australia, Edward pudo acceder a educación, atención médica y alimentación.
Tres décadas después, Kankara tiene 36 años y es un reconocido investigador en VIH, formado en la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos. Hizo una visita a Melbourne para participar en un congreso médico. Aprovechando esa ocasión, fue a Newcastle para conocer en persona a la familia que lo acompañó desde la infancia.
“Lo que nos atrajo fue su sonrisa, y aún la conserva”, recuerda Heather Foord, hija del matrimonio.
Esta historia demuestra cómo la solidaridad puede cambiar vidas y abrir grandes caminos hacia un futuro prometedor.






