La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, anunció que 200 venezolanos que se encuentran recluidos en cárceles del país serán deportados en los próximos días. La mandataria explicó que la medida obedece a la estricta política migratoria de su gobierno, la cual no será indulgente con aquellos que ingresen de manera irregular al territorio y no puedan demostrar cómo se sostienen económicamente.

“El gobierno no será flexible con quienes están aquí ilegalmente», declaró Persad-Bissessar en un mensaje al medio local Newsday. Informó además que «la policía ha intensificado su vigilancia sobre inmigrantes indocumentados involucrados en el tráfico de drogas y de personas. Además, modernizamos las instalaciones de la guardia costera de Cedros y enviamos más embarcaciones a la zona”, como parte de las acciones para controlar la inmigración irregular.

A pesar del anuncio, los detalles sobre la logística y el cronograma para la deportación de los ciudadanos venezolanos aún no han sido revelados. Según reportó Newsday, se intentó obtener información precisa del ministro de Defensa, Wayne Sturge, y del ministro de Seguridad Nacional, Roger Alexander, sobre los mecanismos del proceso, pero al momento de la consulta no se obtuvo respuesta por parte de ninguno de los funcionarios.

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