Un hombre de 59 años falleció en la localidad de Campanhã, en Oporto, Portugal, en un trágico accidente doméstico. La víctima, de complexión delgada, murió por asfixia después de que su esposa, una mujer obesa de más de 100 kilogramos (aproximadamente 220 libras), cayera accidentalmente sobre él desde la cama. El suceso ha sido clasificado por las autoridades como una fatalidad sin indicios de criminalidad.

Según informes de medios locales como el Jornal de Notícias, el incidente ocurrió cuando la mujer intentó acercarse a su esposo, que se encontraba acostado en el suelo junto a la cama. Al moverse, perdió el equilibrio y cayó sobre él, aprisionándolo contra la pared. La mujer, incapaz de levantarse por sí misma, comenzó a gritar pidiendo ayuda, alertando a los vecinos del inmueble.
Alertados por los gritos desesperados, los vecinos forzaron la puerta para ingresar a la vivienda y lograron liberar al hombre, pero este ya se encontraba inconsciente y en parada cardiorrespiratoria. Los servicios de emergencia médica que acudieron al lugar intentaron reanimarlo sin éxito, confirmando su fallecimiento por asfixia compresiva. La Policía de Segurança Pública (PSP) de Portugal investigó los hechos y concluyó que se trató de un accidente sin ninguna intención criminal.






