El piloto de Ferrari, Lewis Hamilton, vive momentos de angustia que han encendido las alarmas entre sus seguidores y la comunidad de la Fórmula 1. El siete veces campeón del mundo compartió a través de su cuenta de Instagram la crítica situación de salud que atraviesa su perro, Roscoe. Con un mensaje conmovedor acompañado de fotos del bulldog inglés internado, Hamilton pidió a sus aficionados que mantuvieran a su fiel compañero en sus pensamientos y oraciones, revelando que el canino lucha por su vida.





Según relató el propio Hamilton, de 40 años, Roscoe fue hospitalizado de urgencia tras sufrir una recaída por neumonía que le dificultaba respirar. «Fue ingresado en el hospital y sedado para calmarlo mientras le hacían controles y durante el proceso su corazón se detuvo», explicó el piloto. Afortunadamente, los veterinarios lograron reanimarlo, pero actualmente se encuentra en coma. «No sabemos si va a despertar de esto. Mañana trataremos de despertarlo. Estoy a su lado», añadió, agradeciendo el apoyo recibido.
La inseparable relación entre Hamilton y Roscoe, que comenzó en 2013, ha sido una constante en el paddock de la Fórmula 1, donde el perro contaba incluso con acreditación oficial. La preocupación por su salud se hizo pública en el Gran Premio de Emilia Romagna en mayo, y desde entonces sus apariciones disminuyeron. La gravedad de la situación ha llegado a impactar la agenda profesional del piloto, quien se vio obligado a ausentarse de los test de Pirelli en Mugello, forzando a Ferrari a reorganizar su programa de desarrollo de neumáticos para 2026.






