El cacao de origen venezolano Choroní se convirtió en protagonista de la final europea de los International Chocolate Awards 2025, al obtener cuatro medallas en tres categorías distintas. Este reconocimiento, logrado a través del trabajo de dos chocolateros artesanales de Hungría y Rumania, marca un hito para una región que, a pesar de su herencia cacaotera desde la época colonial, ha tenido un reconocimiento incipiente en la chocolatería mundial en comparación con su afamado vecino, Chuao. La premiación destaca la creciente valoración de los orígenes específicos del cacao venezolano, superando antiguas clasificaciones genéricas.

Considerados entre los premios más prestigiosos de la industria, los International Chocolate Awards reúnen a un panel de especialistas que evalúan rigurosamente barras de todo el continente. Durante el mes de mayo, el jurado de la final europea cató cientos de tabletas, otorgando medallas de oro, plata y bronce. En esta edición, la calidad de los granos de Choroní fue exaltada por los expertos. Octavian Petrut, de Rumania, lo describió como «un cacao sabroso, también expresivo, floral y casi espiritual», mientras que la húngara Orsolya Pörzse destacó que «la calidad de los granos de Choroní es consistente, lo cual es una gran ventaja» para la elaboración de chocolates de alta gama.

Este triunfo representa un paso importante en la revalorización de las zonas cacaoteras delimitadas de Venezuela. Históricamente, el cacao del país era catalogado en el mercado europeo por el puerto de salida, popularizando términos como «cacao Caracas» o «cacao Maracaibo». Sin embargo, la tendencia de la última década, impulsada por chocolateros que trabajan con microlotes desde la semilla hasta la barra, se ha enfocado en dar relevancia al origen geográfico exacto. 

Tendencias