La designación del cantante puertorriqueño Bad Bunny como el artista principal para el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl de 2026 ha encendido una fuerte controversia en el ámbito político estadounidense. La decisión de la NFL ha sido recibida con un notable rechazo por parte de influencers y activistas ligados al movimiento MAGA («Make America Great Again»), quienes critican la elección de un artista que ha expresado públicamente su oposición al expresidente Donald Trump y cuyo repertorio musical es predominantemente en español.

La polémica escaló a un nivel de amenaza directa cuando Corey Lewandowski, aliado de Trump y asesor del Departamento de Seguridad Nacional, anunció que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estarían presentes en el evento deportivo. «No hay ningún lugar donde se pueda brindar refugio a quienes se encuentran en este país ilegalmente», declaró Lewandowski en una entrevista para el programa «The Benny Show», advirtiendo sobre posibles operativos migratorios durante el espectáculo que se celebrará en dos años.
Esta reacción subraya la magnitud cultural del show de medio tiempo del Super Bowl, considerado uno de los escenarios musicales de mayor audiencia y prestigio en Estados Unidos. La advertencia de Lewandowski fue contundente: «Ni en el Super Bowl ni en ningún otro lugar. Los encontraremos, los arrestaremos, los meteremos en un centro de detención y los deportaremos».






