Gabriel Guerrero, un biólogo venezolano de 35 años originario de Maturín, ha reavivado su pasión infantil por el cosmos al convertirse en un destacado participante de la campaña internacional de búsqueda de asteroides. Radicado en Buenos Aires desde hace seis años, Guerrero, quien se inició en la astronomía tras observar un eclipse lunar con su padre, ha logrado reportar seis hallazgos en la más reciente campaña, de los cuales tres han sido clasificados como «descubrimientos preliminares». Su trayectoria comenzó en 2013 tras un curso con la Asociación Larense de Astronomía (ALDA), lo que lo motivó a fundar un grupo de búsqueda en su estado natal, Monagas, e integrarlo a la iniciativa mundial.

Tras una pausa de varios años debido a su proceso migratorio, que lo llevó primero a Trinidad y Tobago y finalmente a Argentina, Guerrero se reincorporó en 2025 al proyecto, aprovechando las ventajas de una mejor conectividad a internet en su nuevo hogar. La campaña, auspiciada por la Universidad Hardin-Simmons de Texas, provee a equipos de todo el mundo con paquetes de imágenes del telescopio Pan-STARRS en Hawái. Utilizando el software Astrométrica, los participantes, como el equipo de Guerrero «Aficionados a la Astronomía Gardí» (AAG), analizan estas imágenes en busca de objetos en movimiento que puedan ser nuevos asteroides.
Consciente de que el camino para que un hallazgo sea confirmado oficialmente por la Unión Astronómica Internacional puede tomar años, Guerrero se siente orgulloso de «poner un granito de arena para catalogar cuerpos menores del sistema solar». Además de su labor científica, uno de sus mayores anhelos es transmitir esta pasión a su hijo de ocho años. Con su ejemplo, envía un mensaje a las nuevas generaciones para que miren más hacia el cielo, recordándoles que «aún hay muchísimo por descubrir» y que programas como este demuestran que los ciudadanos comunes pueden jugar un papel espléndido en la exploración del cosmos.






