Apenas unos días después de la firma de un crucial acuerdo de alto el fuego, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este jueves una enérgica advertencia contra Hamás, amenazando con una intervención directa si el grupo militante continúa con los asesinatos internos en Gaza. A través de su red Truth Social, Trump declaró que la violencia interna «no era parte del acuerdo» y afirmó de manera contundente que si las matanzas no cesan, «no tendremos más opción que entrar y matarlos», señalando una línea roja clara para la administración estadounidense en la frágil tregua.

Horas después de su publicación, el mandatario matizó sus declaraciones desde la Oficina Oval, aclarando que las fuerzas estadounidenses no participarían directamente en una eventual ofensiva. «No seremos nosotros, no tendremos que hacerlo», precisó Trump, sugiriendo que actores regionales podrían llevar a cabo la operación bajo la supervisión de Estados Unidos. «Hay gente muy cerca, muy próxima, que irá y hará el trabajo muy fácilmente, pero bajo nuestros auspicios», añadió, dejando abierta la interpretación sobre a quién se refería.

Esta advertencia se produce en un clima de creciente tensión, alimentado por informes que indican que combatientes de Hamás han aprovechado la tregua para reafirmar violentamente su control sobre Gaza, reprimiendo a facciones rivales y ejecutando públicamente a palestinos acusados de colaborar con Israel. Por su parte, el gobierno israelí ha acusado a Hamás de incumplir el pacto por la lenta e incompleta devolución de los cuerpos de rehenes fallecidos. La gravedad de la situación fue subrayada por el propio Trump en una entrevista con CNN, donde afirmó que la guerra podría reiniciarse «tan pronto como yo lo diga».

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