El Comando Intergremial del Transporte insistió nuevamente en su solicitud de anclar el precio del pasaje urbano al dólar, según José Luis Trocel, portavoz del gremio, argumentó que el último ajuste tarifario, autorizado hace apenas un mes, ya ha sido «devorado por la inflación». Los trabajadores del volante aseguran que los ingresos actuales son insuficientes para mantener la operatividad del servicio.

Trocel advirtió que el sector enfrenta un «paro técnico del 80% y un riesgo inminente de colapso total», ya que el sistema depende de variables macroeconómicas y políticas públicas que actualmente fallan. Según el vocero, las tarifas anteriores fracasaron «por diseño» al no ajustarse a la devaluación del bolívar ni a la dolarización de facto. «La inflación persistente pulveriza los ingresos de los conductores y bloquea el mantenimiento del parque automotor envejecido», sentenció.
Para evitar el colapso, los transportistas presentaron una solución complementaria de dos partes: primero, la indexación formal de la tarifa al dólar, con consenso sobre montos y periodicidad; y segundo, la creación de un «Bono de transporte» de 30 dólares mensuales (un dólar diario) entregado a los usuarios más vulnerables a través del Sistema Patria. Según Trocel, esta bonificación incrementaría la demanda y permitiría a los operadores recaudar lo necesario para invertir en mantenimiento y renovación de flota.






