En Sudamérica se registró un precedente notable en 2024; una tasa de fecundidad global de 1,8 hijos por mujer, lo cuál significa que es el valor más reducido de su historia, por debajo del umbral de 2,1 requerido para el equilibrio poblacional, de acuerdo con el Observatorio Demográfico 2025 de la Cepal, divulgado el 28 de octubre.

🚺 Mujeres redefinidas
Un 76 % de los países y territorios ya operan por debajo de ese límite desde 2015, con tres cuartas partes de las naciones inmersas en esta dinámica desde esa fecha, un fenómeno que se ha intensificado por el progreso educativo de las mujeres, su mayor inserción en el empleo, la disponibilidad de anticonceptivos y una disminución del 38,8 % en embarazos de adolescentes en la década reciente.
El análisis del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), parte de la Cepal, resalta que esta contracción se alimenta de varios impulsos sociales: la baja en la mortalidad infantil, la extensión de la escolaridad –particularmente para el sector femenino–, el crecimiento en la actividad laboral de las mujeres, el empleo extendido de anticonceptivos avanzados y los saltos en la equidad de género.
⚖️ Desigualdad
Además, persisten desigualdades notables por ingresos: en los quintiles más bajos, la fecundidad real supera el número ideal de hijos deseados, un desfase atribuido a limitaciones en derechos reproductivos, conciliación laboral y acceso a vivienda o cuidados, según detalla el informe.
La edad media de fertilidad ha fluctuado: alcanzó los 29 años en 1950, tocó un mínimo de 26,9 en 2010 y subió levemente a 27,6 en 2024, reflejando un calendario reproductivo alterado; mientras, las tasas de embarazo adolescente bajaron de 69,9 a 50,3 nacidos vivos por 1.000 mujeres de 15-19 años entre 2014 y 2024, con avances destacados en Argentina, Chile y Costa Rica.
⚡️ Cambio Acelerado
Este patrón, se ha desplegado en un tiempo récord desde mediados del siglo XX, más veloz que en otras zonas globales. En pocas décadas, América Latina pasó de cunas llenas a agendas ocupadas: menos hijos, más decisiones. La Cepal no solo registra un número; marca un punto de inflexión donde el progreso femenino redefine el futuro demográfico
Pablo Fuentes | Pasante USM






