Un cachorro de mastín tibetano de un año fue vendido por una cifra equivalente a casi 1.9 millones de dólares, durante una exclusiva feria de mascotas de lujo celebrada en la provincia de Zhejiang, China. El comprador, un adinerado promotor inmobiliario que no fue identificado, adquirió el perro de pura raza en una transacción que confirmó el estatus de esta mascota como un símbolo de riqueza y poder. La venta, reportada originalmente por el periódico local Qianjiang Evening News, destacó la creciente tendencia de integrar mascotas de alto valor en el ecosistema de lujo del país.

El mastín tibetano es una raza ancestral y venerada, oriunda de las montañas del Himalaya, donde fue criado durante siglos para proteger monasterios y rebaños contra amenazas como lobos y leopardos. La raza es conocida por su lealtad y su impresionante apariencia. Los machos destacan por su tamaño imponente, superando a veces los 90 kilogramos, y por un pelaje espeso y abundante alrededor de la cabeza que recuerda a la melena de un león, lo que le confiere una presencia majestuosa y ha disparado su popularidad entre la élite china.