La Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona ha alcanzado un hito histórico al convertirse oficialmente en la iglesia más alta del mundo. Este logro se materializó tras la colocación del primer tramo de la gran cruz que coronará la Torre de Jesucristo, la aguja central del templo. Con esta nueva pieza, la estructura diseñada por Antoni Gaudí alcanza los 162,91 metros de altura, superando por primera vez al anterior poseedor del récord.

Durante más de un siglo, el título de la iglesia más alta perteneció a la Ulmer Münster (la Catedral de Ulm) en Alemania, una imponente estructura gótica que mide 161,53 metros. La compleja maniobra de grúa en Barcelona, que instaló el brazo inferior de la cruz (una pieza de 7,25 metros y 24 toneladas, según reportes de agencias como EFE), ha redefinido el skyline eclesiástico mundial, desplazando al templo alemán por poco más de un metro de diferencia.
Este avance marca el inicio de la fase final de un proyecto de construcción que se ha extendido por más de 140 años. Sin embargo, la Sagrada Familia seguirá creciendo. Se espera que, una vez completada la cruz, la Torre de Jesucristo alcance su altura definitiva de 172,5 metros. Esta medida fue decidida por el propio Gaudí, quien no deseaba que su obra, hecha por el hombre, superara la obra de Dios, representada por la montaña barcelonesa de Montjuïc (173 metros).






