Cerca de 600.000 venezolanos se quedaron sin Estatus de Protección Temporal (TPS) en Estados Unidos este viernes, 7 de noviembre, como consecuencia del recrudecimiento de las políticas migratorias de la Administración Trump. A partir de esta fecha, los afectados podrán ser deportados al quedar en situación irregular y sin la documentación válida para permanecer en el país. Expertos han calificado la medida como la «mayor ilegalización instantánea» de migrantes en la historia de Estados Unidos.

La suspensión del TPS fue promovida por el propio presidente Donald Trump y obtuvo el visto bueno del Tribunal Supremo a principios de octubre, que dictaminó que la corte tiene la potestad de suspender esta protección. Siguiendo esta línea, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, determinó que Venezuela ya no cumple con las condiciones para mantener el TPS, argumentando que se han producido mejoras en áreas como la economía y la seguridad en la nación sudamericana.
La entrada en vigor de esta decisión afecta principalmente a los beneficiarios que se acogieron al estatus en 2021. Adelys Ferro, directora ejecutiva del Venezuelan American Caucus, describió la situación como «devastadora» para la comunidad. Ferro lamentó que los casos «más dolorosos» son los relacionados con personas que dependen de la protección para recibir tratamientos de salud vitales.






