Dormir boca abajo, médicamente conocido como la posición decúbito prono, es señalado por especialistas en ortopedia y medicina del sueño como una de las peores posturas para el descanso nocturno debido al estrés mecánico que impone al cuerpo. Según informes de la Mayo Clinic, esta posición dificulta mantener una posición neutral de la columna vertebral. Al dormir con el rostro hacia abajo y una pierna flexionada, una variante común, se fuerza la zona lumbar y el cuello, eliminando la curvatura natural de la espalda y generando una tensión acumulativa que, aunque imperceptible al principio, resulta en microtraumatismos constantes durante las horas de sueño.

El impacto fisiológico de esta postura es significativo. La Cleveland Clinic advierte que para poder respirar estando boca abajo, la persona debe rotar el cuello casi 90 grados, una torsión antinatural que comprime las vértebras cervicales y puede pinzar nervios, provocando entumecimiento y dolor crónico.
Simultáneamente, la Sleep Foundation (Fundación del Sueño de EE. UU.) explica que el peso del torso hunde el colchón, aplanando la curva lumbar y comprimiendo la caja torácica y el diafragma. Esto no solo impide la respiración profunda y reparadora, sino que obliga a los músculos de la espalda a permanecer contraídos para proteger la columna, lo que deriva en la rigidez matutina.
Para mitigar estos riesgos, los expertos en higiene postural recomiendan modificar los hábitos de descanso. Johns Hopkins Medicine sugiere que la mejor alternativa es dormir de lado o boca arriba (decúbito supino), posturas que facilitan la alineación natural de la cabeza, el cuello y la columna. En caso de dormir de lado, se aconseja el uso de una almohada entre las rodillas para alinear la cadera, mientras que al dormir boca arriba, una almohada bajo las rodillas puede reducir la presión lumbar, garantizando así un despertar libre de molestias musculoesqueléticas.






