Han transcurrido ocho años desde que Magaly Olmos Navarro de 70 años de edad, tuvo una experiencia que ella califica como “fuerte” con el Dr. José Gregorio Hernández y aun llora de emoción, al narrar lo que vivió la madrugada del 27 de diciembre de 2013, mientras oraba en su casa ubicada en Maracaibo, estado Zulia.
Magaly cuenta que había pasado toda la noche rezando por la vida de su nieto Jesús Alberto quien acaba de salir de cuidados intensivos, pues estuvo al borde de la muerte, pero aún estaba muy delicado. A eso de las 4 de mañana en medio de su concentración pidiendo a Dios y a médicos de los pobres, por la salvación de su muchacho, repentinamente vio una luz celeste intensa que entró a la habitación, se posó en la pared y luego salió.
“Yo sentí que era papá Dios que entró y cuando salió apareció en la cabecera de mi casa el Doctor, yo me desesperé y lloraba mucho pero le dije: José Gregorio si vos llegaste, salváme a Jesús Alberto, salvámelo. Él se quedó un rato allí sin decirme nada, porque yo lloraba mucho y luego desapareció”.
La devota no pudo dormir y se levantó para tratar de digerir lo que le había sucedido y en espera de que sus hermanas se despertaran, para contarte de esta experiencia que afirma fue una bendición. Pocos días después Jesús Alberto se recuperaba satisfactoriamente.
“José Gregorio Hernández me hizo ese milagro, porque papá Dios lo salvó de la muerte, pero José Gregorio me lo curó”. Afirma Olmos, quien no ha dejado de contar su historia cada vez que tiene oportunidad, como una forma de agradecer por el favor que le concedió el venerable médico venezolano.
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