La conmemoración por los 211 años de esos sucesos revolucionarios fueron presididos por el gobernador Alfredo Díaz Figueroa, en la plaza Juan Bautista Arismendi, en La Asunción
Este martes 4 de mayo se cumplieron 211 años de la unión de la provincia de Margarita, a los sucesos revolucionarios acaecidos en la ciudad de Caracas el 19 de abril de 1810, los cuales, dieron inicio al despertar de la conciencia libertaria y la prosecución de una tenaz lucha en pro de la consolidación de una patria independiente y soberana.
En tan significativa fecha para la Nación y para el territorio neoespartano, el gobernador Alfredo Díaz Figueroa, mediante resolución de su Despacho, dispuso que fuera declarado Día de júbilo no laborable y se celebrara en la plaza Juan Bautista Arismendi, en La Asunción capital del estado Nueva Esparta.
El gobernante regional expresó su convicción que hoy más que nunca, los neoespartanos están dispuestos a arriesgarlo todo por recuperar la libertad y la democracia en el país, sirviendo como siempre de punta de lanza para esos anhelos.
Allí se cumplió la programación especial que incluyó parada oficial, ofrendas florales y Discurso de Orden a cargo del Historiador Julio César Díaz Ojeda, académico, Jefe de la Oficina de Asuntos Públicos y Protocolo de la Gobernación neoespartana.

CLAMOR POR LA SALUD
En su discurso, Díaz Ojeda exhortó a la colectividad ínsular en general, a permanecer en sus hogares manteniendo así las normas de higiene y bioseguridad Covid-19 y a mantenerse firme exigiendo a las autoridades sanitarias nacionales, a proceder a la campaña de vacunación masiva de manera inmediata y sin discriminación alguna.
Igualmente exhortó a las autoridades de las instituciones educativas y culturales, difundir en sus redes sociales, información relacionada a los hechos históricos del 4 de mayo de 1810, exigiendo simultáneamente la vacunación masiva por la salud del pueblo neoespartano.
Díaz Ojeda reiteró el llamado a revivir la esencia de la unión de Margarita al movimiento emancipador de la Patria, enarbolando en sus hogares la bandera nacional y la del estado Nueva Esparta.