Santoyo destaca que no solo esos aspectos han contribuido al incremento de la deserción estudiantil, calculada en más de 60%, sino también a que el modelo educativo universitario del país «está muy obsoleto».
«Hay que renovar los programas de estudio para que se ajusten a la realidad actual, con la incorporación de nuevas carreras y materias. También hay que revisar el tema de las horas académicas, porque esta nueva generación es más practica en tiempos de retención de información».
Santoyo solicita con carácter de urgencia que se adecue la infraestructura y regresen los beneficios estudiantiles e incentivos como transporte, comedor y becas, los cuales facilitarán el día a día de los estudiantes universitarios.