Creció acompañando a su madre en un exitoso negocio de pastelería en el centro de San Cristóbal. Ahora tiene su propia pastelería y escuela en la capital del mundo.

Se trata de Johannes Estupiñan, un joven de 31 años que con sus creaciones en el arte del azúcar, para pequeñas y grandes celebraciones, ya es una referencia en la competitiva industria de los postres personalizados en la ciudad de Nueva York.
El tachirense quien arribó a la Gran Manzana en 2018, primero vivió los rigores de trabajos típicos de inmigrantes en restaurantes. Con el apoyo de su familia, logró emprender en su propia pastelería en el vecindario de Long Island City, Queens, en 2021.
“Lo que traemos a Nueva York es el sello de la cordialidad y la atención del tachirense que le he transmitido a mi grupo de trabajo. Seguimos tendencias internacionales en este negocio, pero nos esforzamos por el diseño y los sabores”, comentó el joven repostero.
Con certificaciones en Estados Unidos y Londres en el arte del azúcar y con la experiencia de su familia en este negocio en Venezuela, Estupiñan sorprende con creaciones personalizadas en el mercado más competitivo del mundo.
Además su ambición ha llegado más lejos, al abrir en Nueva York una escuela de pastelería que ha capacitado hasta ahora a más de 1,500 personas en este negocio.
“El 75% de nuestros alumnos quieren emprender para independizarse, para tener un negocio como el nuestro. Y eso nos llena de orgullo”, destacó.
La escuela Magic Bakery se encuentra en Jackson Heights, uno de los vecindarios con mayor presencia hispana en Nueva York, y uno de los más diversos étnicamente del mundo.
La marca de Johannes Bakerys es apenas uno de los centenares de emprendimientos con sello venezolano en la Gran Manzana, surgido en los últimos cinco años.