El terremoto que sacudió a #Turquía y a #Siria y ha dejado más de 36.000 muertos también causó una enorme grita de 200 metros de ancho y 30 metros de profundidad.
La fractura está situada en un campo de olivos de la aldea de Tepehan, en la provincia turca de Hatay. Vecinos de la zona aseguraron que durante el sismo se escuchó una fuerte explosión y se pudo ver cómo salía del campo una luz de color verde.
Luego del terremoto, las personas allegadas observaron que el olivar de 35.000 metros cuadrados quedaba dividido en dos por una gran hendidura.
«Con el pánico inicial, nadie sabía si podíamos salir de casa o si íbamos a sobrevivir. Perdimos la esperanza. En la mañana, cuando vimos lo que pasó aquí, supusimos que esto debía ser el epicentro», ha comentado un vecino en declaraciones a la agencia Reuters.
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