
La casa fundada por la diseñadora venezolana, que cedió las riendas creativas hace unos años a Wes Gordon, volvió a recrear un salón del Hotel Plaza.
Carolina Herrera presentó una colección de otoño-invierno inspirada en la emperatriz Sisi de Austria y caracterizada por las prendas joya, las siluetas femeninas y los colores de las piedras preciosas.
En la nueva línea predominaron los vestidos para todo tipo de ocasiones.
Entre sus propuestas, para el día se destacaron varios minivestidos, como uno de tweed blanco en manga corta recubierto de joyas plateadas y verdes en el pecho, el cuello y la cintura, y otro de color rosa fucsia en manga larga y líneas de pedrería bordadas en el mismo color.
Para las galas de noche, Gordon invitó a la mujer a lucirse con vestidos de cuerpo entallado y falda voluminosa, como uno en seda lila con volado y escote de tul negro, pero también túnicas ajustadas lisas en satén de color verde lima o fresa, con capas hasta el codo.
Manteniendo el maquillaje y el peinado simples y apostando por el taco aguja y los bolsos pequeños en todo momento, la casa de modas dio espacio a la fantasía en algunos conjuntos con pompones enormes formados por volados de tul en blanco y negro o amarillo canario.
Fuente: EFE