Febrero es el mes dedicado a concienciar sobre las cardiopatías congénitas y una de las maneras de hacer este diagnóstico, es cuando se está en presencia del denominado soplo en el corazón que es precisamente, uno de los motivos más frecuentes de consulta entre los cardiólogos infantiles.

La cardióloga pediatra Gabriela Rodríguez explica que el soplo es un sonido que es ejercido por el flujo de la sangre a través del corazón, “ese sonido puede derivar de alguna patología cardiaca seria y se denomina soplo patológico o puede derivar de algún estado fisiológico que no necesariamente tiene que ser por malformación cardiaca, sino por alteraciones adquiridas, que son llamados soplos inocentes que están asociados a las arritmias, fiebre, a los estados de deshidratación, en los pacientes desnutridos, entre otros”.
La especialista quien forma parte del equipo médico de la Policlínica San José ubicada en Puerto La Cruz, destaca la importancia del control de niño sano pues si al momento del parto no presenta este signo de la enfermedad, “la ausencia de soplo durante la etapa neonatal no significa que el niño no tenga patología cardiaca, sino que llegan a soplar después de los tres meses de edad, allí el pediatra determina el signo.”
La doctora Rodríguez agregó que el soplo no presenta sintomatología si es inocente, si es patológico presenta síntomas de cardiopatía congénita. También dijo que otros métodos diagnósticos si hay cardiopatía es a través del Rayos X de tórax en donde se evidencia aumento en la silueta cardiaca.
También explicó la galena que hay una población de riesgo a padecer de cardiopatías y son aquellos pacientes con síndromes o malformaciones genéticas como Síndrome de Down en el que entre el 70 y 80 por ciento de los casos, suelen presentar cardiología congénita, por ello es parte del protocolo la indicación de evaluación cardiovascular pediátrica.
Agregó que hay cardiologías que no son diagnosticadas en útero.