La Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y la Comisionada para los Derechos del Niño en la Oficina del Presidente de la Federación Rusa, Maria Alekseyevna Lvova-Belova, por ser presuntamente responsables de crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
La CPI declaró que su Sala de Cuestiones Preliminares había encontrado “motivos razonables para creer que cada uno de los sospechosos es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y del traslado ilegal de población de las zonas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de niños ucranianos”.
Desde el inicio de la invasión a Ucrania, organizaciones internacionales acusan a las autoridades rusas de orquestar el “desplazamiento forzado” de miles de menores ucranianos. El presidente Volodimir Zelensky dijo que son “secuestros”, “adopciones forzadas” y “reeducación” y ya los había calificado de “crímenes de guerra y contra la humanidad”, antes del comunicado de la CPI.
