Cientos de personas acompañaron a los familiares de Katherine Gómez para darle el último adiós el 26 de marzo. En un ataúd blanco cubierto de flores, sus restos fueron sepultados en un cementerio del distrito de Callao, en Lima, Perú.
Para los padres de la joven, quien tenía 18 años de edad, solo hay una exigencia: que su asesino sea capturado. Katherine falleció el 24 de marzo en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza de Lima. Durante seis días agonizó con quemaduras en el 60 % de su cuerpo.
Su exnovio, Sergio Tarache, le roció gasolina y la quemó en plena calle, cerca de la plaza Dos de Mayo del centro de la capital. El hecho causó indignación tanto de movimientos feministas como de la ciudadanía no solo por su atrocidad, sino por la demora de las autoridades para proceder.
Aunque el ataque ocurrió el 18 de marzo, no fue sino hasta cuatro días después que la Fiscalía presentó el requerimiento de detención preliminar.
El 23 de marzo el 21° Juzgado de Investigación de la Corte Suprema de Lima finalmente emitió la orden de captura contra Tarache. Sin embargo, ya para ese momento el venezolano se había dado a la fuga.
De hecho, los familiares de la víctima temen que para este momento haya abandonado el país.
Recientemente Katherine se había separado de él, pero accedió a verlo tras su insistencia.
“Él citó a mi hija para supuestamente conversar, pero ya tenía premeditado todo el daño que le iba a causar. Él no aceptó que mi hija terminara la relación”, comentó Cynthia Machare, madre de la víctima.
El director de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Perú (PNP), Óscar Arriola, informó que el 24 de marzo se emitió una orden de captura internacional contra Tarache. Ofreció una recompensa de 50.000 soles (equivalentes a unos 13.200 dólares) por quien brinde información que ayude a su captura, reseñó El Diario.
