Antropometria: el reflejo de una sociedad
En un estudio de los jóvenes liceistas de los colegios Pedro María Freites y el Francisco Salias del municipio Sotillo, Puerto La Cruz, se evidenció una diferencia antropométrica (medidas del cuerpo humano), en comparación con estudiantes de unidades educativas privadas en el municipio Urbaneja, Lechería.

En el 2013, la Unicef expresó a través de un informe que la falta de nutrientes en la alimentación de los jóvenes, se veía en poblaciones más escasas de recursos.
El aspecto más problemático, plantea el Dr. Arevalo, nutricionista, es la dieta alta en carbohidratos que tienen los bachilleres de zonas desatendidas como el sector Guanire de Puerto La Cruz.
«Ahorita ha bajado a nivel nacional el consumo de las proteínas, entre ellas la albúmina de los huevos, la caseína de la Leche, y esta prevaleciendo el pan, el arroz, que terminan siendo puros farináceos», expresó el Dr. Arevalo.
Agregó que era necesario evitar la hipertrofia de carbohidratos y aumentar las proteínas ingeridas, para lograr que los estudiantes rindan en el mismo nivel de exigencia académica que sus semejantes con dietas balanceadas.
El Licenciado Jose Mata, ex profesor de la Escuela Básica Las charas, ubicada en Las Charas de Puerto La Cruz, informó que hace años, en Venezuela, existía el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Los Liceos que contaban con esto, tenían una asistencia estudiantil de entre 40% y 50%. En cambio, los institutos que carecían de dichos comedores, veían como la afluencia de estudiantes disminuía.
Cerró declarando: «los padres de esos jóvenes los enviaban solo para comer».
En contraste, el Dr. Arevalo explica que para entender el tamaño y masa corporal de estos jóvenes, hay que mirar el proceso de embarazo de las madres, quienes vienen de sectores marginados y el embrión desde su origen carece de nutrientes.
No es necesario llegar a la desnutrición para ver déficit fisiológicos en los jóvenes de zonas desatendidas, solo basta una mala alimentación para privar de un desarrollo óptimo a estos jóvenes. Ricardo Sánchez/Pasante