La OMS decreta el fin de la emergencia sanitaria mundial por el Covid-19 luego de 3 años.
«Eso no significa que el COVID-19 haya terminado como amenaza sanitaria mundial», advirtió el director general, Tedros Adhanom.
La decisión da por cerrada una alerta que ha dejado 765 millones de diagnósticos y 6,9 millones de muertes, según el recuento oficial, que se queda muy corto, según todas las estimaciones (la propia OMS calcula que se ha cobrado 20 millones de vidas).
Apuntó que los países deben pasar a la «gestión de COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas».
Didier Houssin, presidente del comité de emergencia que ha asesorado a la OMS sobre la alarma dijo que “Es cierto que el virus continúa circulando. Es verdad que hay muchas incertidumbres sobre la evolución del virus. Es verdad que todavía hay fallas en la vigilancia, especialmente en los países más vulnerables. Pero la situación ha mejorado considerablemente, con menos mortalidad y más inmunidad, ya sea inducida por las vacunas o por las infecciones naturales. Es hora de cambiar de herramienta. [La emergencia] consiste en generar movilización y reacción, pero no se debe de abusar de ella, porque no se adapta a eventos que se convierten en crónicos, como la covid”.
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