
El Gobierno de Estados Unidos ha asegurado a la Organización de las Naciones Unidas que las contribuciones a su fondo humanitario para Venezuela serán a salvo de incautaciones por parte de acreedores, un cambio que podría permitir que el esfuerzo de ayuda comience a operar tan pronto como este mes, según ocho personas con conocimiento de los tratos.
La decisión de la Administración Biden de dar luz verde al fondo con sede en Nueva York, que resultó de un acuerdo alcanzado el año pasado entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y representantes de la oposición, podría ser un detonante para las negociaciones estancadas sobre la extendida crisis política de la nación sudamericana antes de las elecciones presidenciales en 2024.
Anteriormente este mes, la Administración notificó a la ONU en un cable oficial que se permitirá que el fondo opere dentro de EE.UU. sin temor a que sea vulnerable a los prestamistas que buscan el pago de la deuda, dijeron las personas familiarizadas con la situación.